Mejor sola que mal acompañada
- Ana Alonso
- 15 abr 2017
- 2 Min. de lectura
Uno siempre se empeña en usar ese refrán "mejor sola que mal acompañada".
Pues he de confesar que no llevo ni 24 horas casi sola y empiezo a entenderlo, y lo peor, a cogerle el gustillo…
Como madre de dos hijos y como casi esposa (sigo viviendo en pecado a pesar de tener dos churumbeles), después de tres años ya tocaba un tiempo para mi.
Mi marido y mi hijo de tres años se han ido de viaje a mi país. Si, a mi país!! (pero esa será otra publicación).
A pesar de estar con el pequeño de mis hijos de un año, la quietud en la casa se siente (por lo menos lleva pañales y no te levanta a las seis de la mañana con el: mamá tengo pis!!).
Pretendo que estos ocho días, a pesar de tener que trabajar (espero que me cunda ya que no tengo que ir a terapeutas, piscina, música y cualquier otra actividad extraescolar…) sean PARA MI.
Por lo menos hemos empezado bien:
Ya me he descargado dos aplicaciones para hacer una tabla de ejercicio, he puesto en marcha este blog y ayer pude ver la película que me dio la gana en la televisión (y grabe otras tres para esta noche). Eso si, por falta de costumbre se me olvidó empezar a darme el reductor que me compré ayer para hacer aunque solo sea una semana de cuidados intensivos para el gordito que no he logrado quitarme tras mis dos embarazos.
Aunque pensándolo bien, ayer ya estaba maquinando hacer cosas que terminarán siendo de casa: ordenando ropa de niños, limpiando el trastero (o depósito, según quieras llamarlo), midiendo paredes para que en mi imaginario mi marido llegué y compre un nuevo mueble para sustituir el horrendo de la entrada que tiene la puerta caída y que lleva conmigo desde el día que llegué a este país hace ocho años…
Pienso si al final una siempre termina haciendo o dando prioridad a la comunidad, o ¿¿soy yo qué soy tonta??.
Aun así, y tras mis palabras, pienso si de verdad le estoy cogiendo tanto gustillo a ese refrán:
además de que una acaba haciendo cosas por la comunidad, tus metas seguro las terminas dejando por el camino porque en ocho días no te puedes quitar un gordito (espero poder seguir con el blog), terminas sintiendo que te falta algo, tienes que dormir con la luz encendida y sobe todo, no cuentas con tu calienta pies humano al lado.
¡Las contradicciones de la mujer “casada” y con hijos!.
Tips de la publicación
La película elegida fue "La Rosa Púrpura del Cairo" de Woody Allen (1985). Hacía mucho tiempo que no la veía.
La aplicación que me bajé para hacer ejercicio se llama Fitbit.
Si lo tuyo es andar mejor opta por la aplicación Move.
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